Intérprete e investigador de la música en la generación del 27' y el exilio republicano español.
Premio de la crítica "El Primer Palau". "La guitarra de Lorca vuelve a sonar".

Igor Stravinsky, por Jesús Bal y Gay

"[...] De este pequeño 'kosmos' creado por mí y de sus irradiaciones, nace, crece y se desarrolla mi amistad con Stravinsky. Igor Stravinsky -hombre difícil, reacio a aceptar o admitir nuevas amistades y en posesión del mínimo coeficiente imaginable de posible convivencia con personas poco inteligentes y vanidosas, así como con 'cronistas' musicales pedantes, coeficiente que se potenciaba y humanamente se exacerbaba por la percepción de la menor sensación de pertenecer a mundos distintos, hablar diferentes lenguajes o pertenecer a estratos intelectuales opuestos-, trabó, sin embargo, una fuerte amistad conmigo, y esta amistad va a durar hasta el fallecimiento de Igor.

Muchos días de convivencia en sus frecuentes visitas a México dan lugar a continuos cambios de impresiones, de confidencias, de análisis de obras, de paseos, de viajes por el interior del país, de retiros, de huidas del público y de entrevistadores, etc. Una convivencia 'viva', cordial, llena de humor y buen humor, entrañable e inolvidable. De esta convivencia, de esta amistad, han quedado vivas en mi memoria las alabanzas (pido perdón) -resultantes del estudio crítico y del análisis de mis obras por él- a mi obra y también el que Stravinsky desnudase sus obras ante mí. Esto es una prueba clara de la alta estimación en que nos teníamos y el reconocimiento que tenía Stravinsky de la posible calidad de mis obras, del posible valor de mis composiciones. [...]

[...] Cada vez que Stravinsky fue a México, lo traté asidua e inseparablemente. He de dejar constancia de que, a veces, estas estancias de Stravinsky en México se prolongaron por más de dos semanas, lo que supone un largo plazo de tiempo para intercambiar opiniones, clarificar ideas y conceptos y emitir -y atender- juicios. Aparte de comer juntos infinidad de veces y haber hecho excursiones a algunas poblaciones del país, Rosita y yo no perdimos ni uno solo de los ensayos de Stravinsky con la orquesta y fuimos además testigos únicos de algunos hechos protagonizados por Igor. [...]

[...] Stravinsky tenía un gran sentido del humor y/o del mal humor, porque cuando alguien le molestaba, había que prepararse y echarse a temblar. A mí me tuvo -mucho tiempo y muchas de las veces que fue a México- de pararrayos de los periodistas. Siempre se ponía malísimo.

- El maestro se ha sentido mal, está en la cama y no puede recibirle -tenía que decir yo.
Desde dentro, se oía la voz de Stravinsky:
- Rosita, je suis malade, malade, très malade...
Era mentira, mentira absoluta.

Luego, sentido del humor, indudable sentido del humor. La última vez -creo que sí, que fue la última vez- que fue a México, donde dirigió, iba Robert Kraft con él. Este le preparaba la orquesta un poco y lo que hacía Stravinsky realmente era dirigir. Después del concierto fuimos al hotel, siguiendo la invertebrada costumbre de acompañarle. Subimos a su habitación y me dijo en un aparte:

- ¿Ha visto usted, 'El tuba' -creo que efectivamente era en La Consagración de la Primavera-, 'el tuba', no tocaba conmigo, ¡tocaba contra mí!

Y lo decía entre indignado y muerto de risa.

Mis recuerdos están llenos de vivencias, apretados de inteligentes juicios y aclaraciones de Stravinsky y vienen a resultar como auténticas lecciones históricas. Es digno de resaltar la perspicacia con que enjuiciaba Stravinsky sus propias obras y cómo se definía a través de su propia forma de expresarse. En el análisis o la lectura de sus propias obras no empleaba expresiones nada literarias o poéticas, pero sí -aparte de la terminología estrictamente musical- descripciones de dramaturgo: "Aquí entra un motivo que luchará con el que está en escena" "En este pasaje la música hace equilibrios en la cuerda floja".

Fuente texto: Nuestros trabajos y nuestros díasJesús Bal y Gay y Rosita García Ascot. Fundación Banco Exterior
Fuente imagen: Igor Stravinsky y Jesús Bal y Gay (de espaldas). México, años cincuenta.
Colección particular. Madrid. Edita Residencia de Estudiantes "Tientos y Silencios"



"La música y el conocimiento sólo llegan si se tocan"